Damos gracias hasta por el más pequeño de los detalles, lo que importa es que sea con amor.
Las sonrisas y la diversión hacen que nuestros días sean amenos. Los amigos y los paisajes nos hacen reflexionar. Los niños y sus ocurrencias nos dan esperanzas. Los problemas y adversidades nos hacen crecer.
Hay damos gracias, no por lo material sino por la esencia, por la pureza del ser. Por cada momento vivido. Por las risas y lágrimas. Porque cada día está lleno de esperanzas y retos, pero sobre todo de vida.
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