Aversión
Tentación Dulce
No es que me santifique, pero debo decirles que lo intente, pero la tentación puede ser grande y
No es que me santifique, pero debo decirles que lo intente, pero la tentación puede ser grande y
Con cada una de sus palabras me voy rompiendo, y con cada silencio también. Las lágrimas resbalan
Parecía una muñeca, sentada en una silla y sus manos temblorosas sobre la mesa. Ojos tristes e
La sorpresa y la emoción me invade desde que recibí su mensaje.—Pasaré hoy en la tarde por tu