Carta de un padre a otro padre. Hoy nos pesa la tecnología, nos pesa que nuestros hijos tengan que conectarse para aprender. Pensando que en la escuela aprenden más, pero hagamos una retrospectiva.
¿Cuántas veces tuviste que llegar de trabajar a ayudar a tus hijos a hacer las tareas? Tuviste que practicarle las vocales y las tablas de multiplicar porque con el tiempo en la escuela no era suficiente.
¿Cuántas veces los ayudaste hacer un proyecto, resumir un trabajo o aprenderse un informe que tenían que dar? Yo no sé tú, pero yo lo hago. Sin importar la edad que tengan nuestros hijos, si necesitan ayuda los hacemos.
Te pregunto, cuando las clases eran presenciales tenías la manera para contactar al maestro o visitaste la escuela para saber cómo iba tu hijo.
Cuántas veces cuando tu hijo se ausentaba podías ver desde tu casa los trabajos pendientes no tenías que esperar al lunes para poder tener acceso a los trabajos.
Es arbitrario pensar que los maestros la están pasando bien durante esta crisis, tienen problema con el internet y la tecnología. Ver las caritas de sus estudiantes, pero saber que están bien es más importante.
No piensen en lo poco que aprenden en casa, casa es la primera escuela y allí siempre se aprende.
Nosotros como padre decidimos lo que es mejor para nuestros hijos, la educación es importante pero mucho más su salud. Piense como padre porque los maestros también los son.