WOW, como ha pasado el tiempo. Hoy miro atrás y recuerdo mis días de infancia. Las travesuras que junto a mis primos ideábamos para luchar contra el aburrimiento. Las rodillas raspadas por las caídas causadas con la bicicleta.
El pelo suelto y enmarañado, no me gustaba peinarme, y en la primera oportunidad me despojaba de los zapatos y corría por todos lados descalza. Las madrugadas para ver televisión mientras todos en casa dormían, los dibujos animados me esperaban.
Me gustaba la escuela, hacer de reportera y a veces dejaba encerrados a algún compañero. En el pasado era y soy curiosa, averiguaba los obsequios escondidos y rescataba a los animales realengos, que terminaban en la cama de mi abuela.
Por curiosa me gané varios yesos y heridas profundas, que no me detuvieron en mis excursiones. Hacía picnics en el patio y construía cometas de papel. Leía la enciclopedia que en mi casa había, y de la escuela los libros que no me asignaban, será por eso por lo que hoy me gusta escribir historias.
De adulta no cambie mucho, mi temperamento sigue siendo el mismo y mi rostro es el reflejo de mi interior. Aunque intente evitarlo. Ahora soy maestra, mi gusto por la escuela continuo. Sigo siendo curiosa y me gusta construir cosas con mis manos. Me apasiona el conocimiento, el sol, la playa y mi familia. Amo el amor, la lealtad y los ideales. Ser siempre uno mismo, pero siempre respetando a los demás.
Esta semana celebro un año más, he vivido años maravillosos. Tiempo de errores, aprendizaje y desarrollo. No es el final, es el inicio de una nueva empresa que compartiré con todos ustedes. Feliz cumpleaños para mí y mil bendiciones para todos ustedes que me acompañan cada día.
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