A la niña que fui

¡Hola Niña!
Soy tu yo del futuro y me gustaría hablar contigo de nuestra vida. No vengo a cambiarte, serás una chica increíble. De eso te darás cuenta por ti misma. Aunque las circunstancias a veces no sea las adecuadas, no debes perder la esperanza de que todo mejorara.

Se que a esta hora estarás frente al televisor viendo tus muñequitos y series favoritas. Mami debe estar en el laundry, ve y abrázala, abrázala todo lo que puedas, ayúdala y dile lo mucho que la quieres. Cuando grande entenderás lo que digo.

Tu sonrisa me encanta, así que sigue sonriendo. Ese es tu escudo. Ah, sigue en tu posición de nunca recordarte como tu hermana. No dejes que te convenzan.

No te molestes porque te llamen cachete, sé que algunos lo hacen para molestarte, pero con el tiempo te gustará al igual que tu nombre. Eres una chica testaruda, no cambies, esa es una de tus cualidades más notables y la necesitaras en la vida.

Niña te daré unos consejos, por el bien de las dos. Deja de comer tanto dulce, te traerá problemas. Aunque te molesta un mundo que te comparen con otra persona, deja de pelearte con los maestros por compararte con tu hermana. En el momento que vayas a la universidad toma en cuenta tus pasatiempos y estudia todo lo que quieras no solo un medio de subsistir.

Bueno, ahora me despido no sin antes decirte que disfrutes. Disfruta cada día como si fuera el último. Recuerda no hacerles a las personas lo que no te gusta que te hagan, sé que es tu mantra y te ayuda a controlarte.

Me despido con todo el amor del mundo.

PD. No botes a Luther Albert 

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