Perreo Sola

perreo

La música a todo volumen, tarareando un “yo perreo sola”. Su himno, el himno que la hace sentir fuerte, rebelde e independiente tras las peleas con su novio. Hunde el pie con todas sus fuerzas, escapando de los recuerdos y sus problemas.

Cuando toma la siguiente curva, los neumáticos derrapan y chillan contra el pavimento. Intenta tomar el control, moviendo el volante de un lado para el otro. Sin pensar en reducir la velocidad.

El metal choca contral el metal produciendo un ruido ensordecedor que a susta a varios presentes. El vapor del radiador moja la carrocería y las gotas de sangre el interior.

Abre la puerta asustada, mientras el “yo perreo sola” se escucha a un volumen poco aceptable. Sus piernas al igual que sus manos no paran de moverse y el dolor de su cuerpo es insoportable, pero debe ayudar.

En el primer carro encuentra un joven inconsciente, en un pequeño acordeón que una vez fue su vehículo. Saca su teléfono y marca el 911, el olor a gasolina se percibe más. Intenta dar las coordenadas, pero la falta de señal se lo impide.

Tira de la puerta, pero no puede abrirla, sigue al otro vehículo. Sus ocupantes observan la escena como incrédulos.

—Hay un chico mal herido, ¿pueden ayudarme? – insiste, pero no logra captar su atención.

Al voltear entiende la ausencia de dolor. Sobre el carro de su padre se encuentra su cuerpo a medio salir por el cristal. De su boca baja sangre y en sus ojos ya no hay vida.

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