Un día conmigo puede ser la aventura más increíble, comienza con los rayos del sol iluminando mi rostro hasta hacerme levantar. Aunque lo increíble no comienza hasta que esté completamente despierta. En mi día puedes verme hacer miles de cosas, aunque parezca un torbellino en intensidad y furia si me lo propongo sigo una línea recta.
Pasar un instante conmigo envuelve el mezclar la acción con el pensamiento para hacer que todo circule, un minuto sin organizar es un minuto perdido. Este momento trae trabajos manuales y aprender cosas nuevas, aunque muchas veces me salgan mal. Puede ser también, un día de llanto cuando las fuerzas se me van y los problemas del mundo me afectan más de lo que quisiera.
Cada momento conmigo, es olvidarme de los detalles para darle paso a cosas más importantes, aunque en otras ocasiones es a la inversa. Ocasiones en las cuales quiero a todos y no quiero a nadie, incluyéndome a mí. Podemos pasar un día de caos, cuando mi mal genio toma el control de palabra y pensamiento. Arrojando por la borda el bucket list del día.
Los momentos conmigo son cambiantes, al igual que son los tuyos, esto hace que cada instante sea irrepetible y especial solo debemos estar conscientes de como queremos que sea el día en nuestra compañía.