
Pude haber nacido en cuna de oro o en una cabaña en la montaña, pero todas las vivencias me hicieron lo que soy.
La universidad o un trabajo técnico, fueron opciones que pude tomar en cuenta, pero todas las vivencias me hicieron lo que soy.
Pude haberme casado a los veinte o quien sabe si a los treinta, pero toda vivencia me hizo lo que soy.
Pude haber viajado al espacio o a lo profundo del océano, pero toda vivencia me hizo lo que soy. Como el viento, pude haber surcado cada uno de los cinco continentes o en las minas sumergirme, pero toda vivencia me hizo lo que soy.
Toda vivencia es válida, para hacernos crecer. Para alcanzar las metas propuestas o simplemente sentirnos realizados. Solo nos queda vivir, y la vida se encargará de lo demás.