Puedes haber nacido en cuna de oro o en una cabaña en la montaña, pero las vivencias te hacen lo que eres. La ropa, ese adorno con el que decoramos el cuerpo, no te hace mejor o peor según su costo. Aunque los amigos y familia influyen de cierta manera en ti, acompañándote en lo vivido, las desiciones son tomadas por ti.
La universidad o un trabajo técnico, son opciones que puedes tomar en cuenta, pero todas las vivencias te hacen lo que eres.
Te puedes haber casado a los veinte, a los treinta o quien sabe si no te deseas casar, pero toda vivencia te hace lo que eres.
Puedes haber viajado al espacio o a lo profundo del océano. Como el viento, puedes haber surcado los cinco continentes o en las minas sumergirte, pero toda vivencia te hace ser lo que eres.
Toda vivencia es válida, para hacerte crecer y dirigirte a tomar las desiciones que consideras correctas. Para alcanzar las metas propuestas o simplemente sentirte realizado.
Te queda seguir viviendo con los altos y bajos que se presentan, encaminarte hacia el futuro que deseas y del resto se encargara la vida.