Desperté a la orilla de una playa, las olas me golpeaban con el ir y venir mientras sacudía la arena en mi rostro.
No había nadie, la playa estaba desierta. No sabía dónde estaba y el cuerpo me dolía.
Después de recoger algo para comer, busque pencas secas y las amontone, rodeándolas con rocas. Frote una rama sobre otra, el humo comenzó a salir seguido de las llamas. Necesitaba una fuente de calor.
Pensaba como había llegado hasta esta orilla. Recordaba que había ido a la costa a pasar el día con mis amigos. El sol caliente y la arena en mis pies me dieron la bienvenida.
Recordé las carreras en jetski, mientras iba a toda velocidad me dirigía al rompeolas. Intente cambiar de rumbo, pero el guía no respondió. Pensé tirarme, aunque había tantas rocas que temía lo peor. Así que cuando estuve lo más cerca al rompeolas coloqué mi peso en la parte trasera. Recuerdo cuando el jetski impacto con las rocas y a mi salir expulsada.
Después del golpe contra el agua no recuerdo nada. Ahora aquí, mientras él sol se esconde por el horizonte me pregunto, ¿cómo saldré de aquí?
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