Bitácora de María, Parte VIII

Que haciamos depues del huracán

4 de octubre de 2017
Día 14, después del huracán 

Hoy seguiríamos en brigada por la JPM, tras el paso del huracán. Continuaríamos recogiendo la escuela, cortando árboles y haciendo hasta lo imposible por dejarla lista y que no nos funcionen con otra escuela. Un momento de crisis y la solución del departamento era fusionar escuelas, la salud emocional de las personas está en jaque y la duda de perder tu empleo lo acrecienta.

Nuevamente la mayoría de los presentes estábamos en son de ayudar y conste entiendo las condiciones médicas, pero muchos de los que estábamos ayudando las tenemos también pero como dice el dicho el que tiene padrino que se bautice. 

Al finalizar las labores en el trabajo me fui a la barbería, mi hijo llevaba casi un mes sin recortarse y lo necesitaba. Los comercios que estaban en función lo hacían con generadores de energía, lo que aumentaba su gasto de operaciones y los precios al consumidor.

Luego de hacer fila y buscar agua llegamos a casa, estaban tan casada física y emocionalmente de la situación del país que después del baño deje que Morfeo me envolviera. 

5 de octubre de 2017
Día 15, después del huracán 

Último día de trabajo de esta semana, logramos que la escuela se viera casi normal. Nos faltó un poco pero el martes será otro día. Les había prometido a mis hijos un frappe, habían trabajado mucho estas semanas y había que consentirlos por su esfuerzo.

Necesito un poco de normalidad así que después de jugar briscas con mis hijos seguí con los libros que me faltaban de limpiar y me puse a organizar mi cuarto. Miguel hiso lo mismo con el suyo, mientras Estela fregaba y pegaba las piezas del ajedrez de su hermano que dejo caer y eran de cristal. Sabrán que Miguel se molestó un montón con ella.

Después de una tarde de juegos de cartas, briscas, memorie, etc. Preparé la cena, arroz guisado con habichuelas y chuletas guisadas, Esteban las deseaba y lo complací. Para completar abrí una lata de vegetales mixtos y nos sentamos a comer todos juntos frente al televisor, Boston vs. Houston. Go Houston!!!

6 de octubre de 2017
Día 16, después del huracán.

Hoy para el cine, debíamos cambiar de escenario ver las cosas más normales. Cargamos la guagua con las bolsas de reciclaje y los envases de agua y nos fuimos. Esteban iría al taller, Gabriel ocuparía su lugar.
Vimos la película, comimos nachos con queso y almorzamos en Plaza las Américas de una vez. Allí las personas cargaban su celular o realizaban trabajos en sus laptops, aparte de eso había muchas personas en el cine o comiendo en el centro comercial. A decir verdad, estaba bien lleno. Imagínense sin luz ni agua en su casa, sin contar el calor intenso que está haciendo a fuera, claro está que el mall es la mejor opción para distraerse del caos.

Salimos rumbo a Toa Alta a las 3:30pm, debíamos hacer dos paradas antes de llegar a casa. Desde que pasamos Plaza Rio Hondo, vía autopista, el congestionamiento era grande. Nos salimos en la salida de la Arena para llevar las bolsas de reciclaje a Toa Baja, Toa Alta no tiene centro de acopio. En el 26 había tapón, gracias a Dios menos que en la autopista. Estuvimos como media hora para salir al pueblo de Toa Baja y media hora más para treparme en la autopista para ir a Doramar por agua. Ya a las 6:30pm estaba en casa, mi amorcito estaba allí. 

Estábamos hambrientos, dispuesta a calentar lo que estaba en el freezer para comer, Esteban había traído pollo y Guineítos sancochados. ¡¡¡Que rico!!! Comimos viendo el juego. Mientras me puse a lavar ya que la planta estaba prendida. Un detalle que no les había dicho era que, aunque uso la lavadora no hay agua así que llenó la lavadora y un envase grande donde enjuago la ropa para luego exprimirla a mano. Terminó con mis extremidades hinchadas y entumecidas, el carpal túnel no me ayuda.
Después de un día largo me bañe, ya eran más de las 10pm. Me quedé dormida viendo el juego de Arizona vs. Los Ángeles.

7 de octubre de 2017
Día 17, después de María

Porque será que los días que tengo que madrugar mucho no me quiero levantar. Debía ir a la cooperativa, ayer en el cine mi ath no funcionó ni en cajeros ni tiendas, me estuvo raro porque la use el martes en costco.
Sali rumbo a Vega Alta mientras el resto de la familia iría para Hato Rey. Media hora después de haber llegado conseguí estacionamiento, en la fila había cientos de personas pero que podía hacer. Bajé la sombrilla y la silla de playa, en la cartera llevaba la merienda y el agua.

Ya eran las 10:45am cuando salí de la cooperativa, ahora la misión era echar gasolina y llegar a Wal-Mart. Llegué a Wal-Mart a las 11:50am y la fila que me esperaba llegaba al McDonald’s, uff y el sol estaba calientito. Bajé mi sombrilla y busqué un carrito para el soporte y me dispuse hacerla porque desde el huracán la fila de impedidos no existía. Media hora después entre al establecimiento y busque lo que me faltaba, las góndolas estaban bastante vacías o los productos que buscaba no se encontraban. Las frutas y carnes estaban extintas.

Al salir me topé con un tapón desde Wal-Mart hasta el McDonald’s de Toa Alta me tomo una hora, estaba desesperada y hambrienta, también tenía mucho calor.

En casa me encontré con el camión cisterna, Miguel y Esteban iban en la bicicleta y Estela en el carro. Detuve la guagua, bajamos el can y nos fuimos. Entregaban cajas de comida y botellas de agua. Sin contar el camión cisterna. Entre una cosa y otra almorcé casi a las tres de la tarde, luego nos fuimos para San José. 

Estuvimos un rato en casa de mi cuñado y otro tanto en casa de mi abuela. En San José había llegado el agua el miércoles, pero se fue nuevamente el viernes y hoy llegó, espero que no se les vuelva a ir. Compramos comida y nos fuimos para casa ya eran las 7pm y nos esperaba un juego de béisbol.


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