Bitácora de María, Parte I

María fue un huracán que toco tierra el 20 de septiembre de 2017 en la Isla de Puerto Rico. Este huracán categoría 5 entró en la madrugada por la costa este de la isla, tocando tierra en el pueblo de Yabucoa. En esta bitácora podrán observar los sucesos ocurridos y vividos en Puerto Rico a través de los ojos del narrador.

María en el radar

Día de la negación, 16 de septiembre de 2017

Ya María se encontraba en el Atlántico fortaleciéndose, pero estábamos como si aún fuera una formación de nubes. Me levanté temprano, durante el día tenía varias cosas por hacer, pero recordaba que sólo faltaban horas para verlo partir.


El sábado comenzó como de costumbre. Miguel mi hijo debía cumplir con sus compromisos, iría a la catequesis y después tendría juego de baseball. Esteban y los chicos se dirigieron al juego. Yo tenía una reunión, así que me encontraría con ellos más tarde, antes vería a mis abuelos. 

En el parque el tema obligado era María, aunque reíamos y gritábamos volvíamos al tema. Al finalizar el juego, lo celebramos en una pizzería. Claro esta con el equipo, al llegar a casa había una maleta que terminar.

La partida, 17 de septiembre de 2017.

En la mañana partimos para el aeropuerto, Esteban saldría de viaje para República Dominicana. Miguel se negaba a llevar a su papá, pensaba que quizás así no se iría. Luego de un rato insistiéndole para ir, dijo que iría si lo llevaba a comer a Olive Garden a lo que accedí, ya que me gustó la idea. De una vez pasaría por la ferretería a buscar el estimado de mi tarea.

No puedo negar que no quería que se fuera y más por la cercanía de María, pero no era decisión mía. Al despedirnos en el aeropuerto y verlo caminar pensaba en cuando lo volvería a ver. Estaba segura de que María pasaría por Puerto Rico y no sería fácil la travesía.

En la ferretería el solo hecho de conseguir estacionamiento fue difícil. Las personas hacían sus compras de paneles, baterías y otras cosas para prepararse para la llegada de María. En el supermercado la historia se repitió, mis chicos y yo buscamos latería y cosas ricas para picar.

Al intentar salir el diluvio no lo permitió pensé que María ya había llegado. Una noticia agradable, Esteban había llegado con bien a la República Dominicana. Un peso menos, ¡gracias a Dios!

Estaba ansiosa, pensé lavar ropa para dejarlo todo limpio, pero al llegar a casa no había agua. Así que decidí montar un librero para liberar un poco el stress. Compramos para cenar y decidí irme a dormir temprano, mañana tenía que ir a trabajar medio día por el huracán.

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