Memorias de MediaNoche Desilusión,Empatia,Indignación Diferentes formas de mandar al carajo

Diferentes formas de mandar al carajo

carajo

La mirada seria, respirando profundo tratando de apaciguar la llama que crece en el interior. Intentado que la educación no se vaya al carajo, pero esto no sirve con todo el mundo. Hay veces que sonríes sarcásticamente, moviendo la cabeza levemente en afirmación y pensando en mil improperios que decir. 

En otras ocasiones logramos contestar en un tono juguetón, pero irónico. Una explicación obvia de lo que está pasando. Como cuando te dicen que estás flaca o flaco. ¡¡¡Hello!!! Piensan que en mi casa no hay espejos.

Comentarios que a nadie le importa, pero quieren comentar. La disyuntiva de “recórtate ese pelo o déjatelo crecer”. Hacen que pongas la cabeza de lado intentando comprender. Quien me peina soy yo, ¿cuál es el problema? ¿Habrán pensado que si lo tengo de esa manera es porque así lo quiero?

De verdad que hay que JODERSE con los metidos. Cuando determinan a donde puedes ir. Ja, ja, ja. Perdona que me ría, es que es insólito. En una ocasión me fui a despedir, estaba en una reunión, después de un día agotador estaba loca por recostarme. 

—Nena, a donde vas. Es temprano. Yo soy una vieja y me aguanto más.

Mi rostro automáticamente se transformó, por qué será que cuando no lo expresas en palabra tu rostro lo deja claro.

—No me digas que madrugaras para ir a la iglesia— continuo la persona.

—No me joda, ahora tengo que pedir permiso— le respondí. —Vaya a la iglesia, a la playa o a la discoteca no tengo porque darle explicaciones.

Mandar al carajo te libera el alma al momento de emplearlo. Intentas ser esa persona que no se deja pisotear. Seré franca, esto cansa. Entendí con el tiempo que no debo bajar al nivel de la otra persona. Es más sano dar la vuelta y alejarte. Nuestra paz vale más que eso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

Mi HerenciaMi Herencia

Llego a casa, las lágrimas de frustración resbalan por mis mejillas. ¿Qué difícil es hablar con personas cerradas? Paso los puños por la cara antes de encontrarme con mamá, tiro

UltrajeUltraje

Soy fruto de un ultraje, donde vinieron ondeando banderas de paz y sólo trajeron desolación. Civilización y conocimiento nos regalaron con su llegada, regalo que ya disfrutábamos desde hacía años.