¡Cuánto ha crecido! Recuerdo al niño que era y pienso en el adulto que se convertirá. Él es mi nene y no por eso las cosas son diferentes para él.
Al nene de mami hay que enseñarle a ser una persona de bien. Enseñarle a respetar lo ajeno, como la vida. Que se llora de alegría o de sufrimiento, y eso no es malo. Que las acciones valen más que mil te amos enviados en un texto.
Que para obtener lo que se deseas en la vida hay que trabajar, y que no existe trabajo malo siempre que sea honrado. Advertirle que cometerán equivocaciones, de las que aprenderá. Además, que todo en la vida tiene consecuencias, lo bueno y lo malo también.
El nene de mami debe saber que la vida se vive mejor sonriendo y que cuando uno no está a gusto en un lugar o con alguien uno se aleja. Que las creencias, el género o la raza no determinan tu valor sino lo que aportas a tu entorno.
Ese nene representa la juventud que debemos criar para que nuestra sociedad sea mejor y tod@s podamos vivir seguros.