Vacunación, ¿sí o no?

vacunación

Cheo se preparó para salir, llevaba consigo su mascarilla y su botellita de alcohol. Al llegar al supermercado y mientras hacía una fila de 45 minutos pensó en su niñez y como los juegos habían cambiado. Recordaba los puntitos en la pantalla del televisor mientras jugaba Mario. Se pregunto por qué si había tanta tecnología esta pandemia había durado tanto y no había ni un proceso de vacunación a la vista.

Cheo era uno de los que pensaba que las medidas utilizadas para prevenir el contagio eran excesivas. Odiaba la mascarilla, siempre decía que se asfixiaba con ella y en cada oportunidad se la quitaba. Después de varios meses comenzó el proceso de vacunación contra el covid 19, una vacuna esperada por todos.

Pues la vacuna llegó, y no una sino varias. El planeta entero se está llenando de vacunas contra el covid 19, buscando la manera de retornar a una realidad más normal. La pregunta que se hacía Cheo ahora era si se debía vacunar o no.

Aunque ahora la vacunación es una realidad, Cheo ponía en duda los ingredientes para su fabricación. Las personas que lo escuchaban hablar no sabían si era desconocimiento o que solo recitaba lo que escuchaba decir a de los demás.

Veamos, ¿qué cosas ingerimos sin saber que contiene? Butifarras, energizantes y golosinas. Vamos al médico y tomamos todo lo que nos recetan sin preguntar. Además de cosas “naturales” con preparación dudosa, y Cheo consumía muchas de ellas.

Detente y piensa un momento. Piensa en los alimentos que comes, las bebidas y las cremas antienvejecimiento que te aplicas. ¿De qué están hechas? ¿Lo sabes?

No te estoy diciendo que te vacunes, yo también me hago es pregunta. Solo razónalo y no busques excusas que no aplican, y sobre todo cuídate.

Esto es simplemente el dilema de la vacunación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

DisfrutoDisfruto

¿Que disfruto? Disfruto los retos, los retos son algo agradable donde se trabaja mucho para alcanzarlos, pero la sensación de haberlo logrado es grandiosa. Ese orgullo propio no se compara