Todos los días estamos justificando cada una de nuestras acciones, queremos que todo el mundo entienda él porque hacemos las cosas y; es imperativo para nosotros que el mundo entero comprenda nuestras razones. Lo que no nos damos cuenta es que las excusa quedamos por cada acción solo nos sirve para sentirnos mejor con nosotros mismos. Excusando comportamientos deplorables, irrespetuosos y faltos de aprecio hacia los demás.
Gritamos al vecino porque tuviste un mal día. Cuando él no tiene ni idea la razón de tu actitud y lo excusas por el día que tuviste sin que sea culpa de tu vecino. Cuando llegas tarde al trabajo, porque estuviste en un congestionamiento de auto por haber salido de tu casa media hora después de la normal, porque decidiste ver películas hasta tarde en la noche.
No solo nos justificamos de las acciones contra las personas también con el medio ambiente. Perjudicamos nuestro entorno arrojando basura, derramando químicos o cortando los árboles por que el espacio no es suficiente. Luego te quejas de que el clima está loco.
No alejemos a los demás justificando los errores cometidos. No culpemos a nuestro entorno por lo que nos sucede, aceptemos los errores y lidiemos con las consecuencias. Que fácil sería sentarse a hablar las cosas con una taza de café y con la persona en concreto, no significa que todo sea color de rosas, pero tendríamos las cosas claras y no acusarías a terceros de nuestras decisiones.
Decide con sabiduría tus reacciones y comportamiento.
