Memorias de MediaNoche Aversión,Devastación Una oportunidad desaprovechada, parte III

Una oportunidad desaprovechada, parte III

oportunidad

En el centro nos teníamos que encargar de realizar el desayuno, organizar la cocina, los cuartos y hornear los productos de venta. Los que salían a vender traían de todo tipo de mercancías, así que la rehabilitación no fue mucha. Al salir continúe con las mismas andanzas, amigos no tan amigos, robos, alcohol y droga. Otra oportunidad desaprovechada.

La familia se fue alejando y más cuando intentaban ayudarme y yo solo los golpeaba o peleaba justificando mi punto. Solo mi madre se quedó para asegurarse que comiera por lo menos.

Marihuana, cocaína, hasta crack sin contar las bebidas y pastillas que incluía al repertorio. En ese estado salía a hacer mis fechorías, sin importarme si la víctima vivía o no.

Estuve preso varias veces más; por agresión, asalto a mano armada entre otras cosas. Nadie me visitaba, mi madre de tanto sufrir se enfermó y murió. Ahora estaba solo. Mi calvario no terminó aquí.

Contraje sida, hepatitis y herpes, por no cuidarme en mis andadas sexuales. Cuando estaba en el viaje me llevaba cualquier cosa que se moviera, y aunque supiera que estaba enfermo continuaba haciéndolo. No me importaba a quien enfermaba. Ya no había nadie que me aconsejara porque los había alejado a todos.

Hoy estoy muriendo y solo. Mis amigos ya no están y la familia que me quería, los alejé con mis arranques y búsqueda de dinero. Tirado en esta cama me arrepiento de haber perdido todas las oportunidades. No tengo a nadie que me visite, me traiga comida o me asee. Se que cuando muera lo descubrirán por mi olor. No los culpo, esto fue lo que yo decidí. Me pensé invencibles, y hoy me gano el tiempo.

Si te gusta esta publicación, compártela. Si tienes preguntas, escríbeme o deja un comentario. Espero saber de ti…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Related Post

¿Tú odias?¿Tú odias?

¿Tú odias? Es una pregunta que la mayoría contesta con un NO, sin pensar en lo que implica odiar. Odiar es rechazar, querer eliminar todo lo que te causa disgusto,