En el centro nos teníamos que encargar de realizar el desayuno, organizar la cocina, los cuartos y hornear los productos de venta. Los que salían a vender traían de todo tipo de mercancías, así que la rehabilitación no fue mucha. Al salir continúe con las mismas andanzas, amigos no tan amigos, robos, alcohol y droga. Otra oportunidad desaprovechada.
La familia se fue alejando y más cuando intentaban ayudarme y yo solo los golpeaba o peleaba justificando mi punto. Solo mi madre se quedó para asegurarse que comiera por lo menos.
Marihuana, cocaína, hasta crack sin contar las bebidas y pastillas que incluía al repertorio. En ese estado salía a hacer mis fechorías, sin importarme si la víctima vivía o no.
Estuve preso varias veces más; por agresión, asalto a mano armada entre otras cosas. Nadie me visitaba, mi madre de tanto sufrir se enfermó y murió. Ahora estaba solo. Mi calvario no terminó aquí.
Contraje sida, hepatitis y herpes, por no cuidarme en mis andadas sexuales. Cuando estaba en el viaje me llevaba cualquier cosa que se moviera, y aunque supiera que estaba enfermo continuaba haciéndolo. No me importaba a quien enfermaba. Ya no había nadie que me aconsejara porque los había alejado a todos.
Hoy estoy muriendo y solo. Mis amigos ya no están y la familia que me quería, los alejé con mis arranques y búsqueda de dinero. Tirado en esta cama me arrepiento de haber perdido todas las oportunidades. No tengo a nadie que me visite, me traiga comida o me asee. Se que cuando muera lo descubrirán por mi olor. No los culpo, esto fue lo que yo decidí. Me pensé invencibles, y hoy me gano el tiempo.
Si te gusta esta publicación, compártela. Si tienes preguntas, escríbeme o deja un comentario. Espero saber de ti…