Desperdicio, lo que no aprovechamos del todo u olvidamos por poco interés.
Al escuchar esta palabra solo pensamos en basura, cosas que desechamos por que ya no lo queremos, pero no es lo único que desperdiciamos.
Desperdiciamos el talento que se nos da al nacer, cuando no le sacamos el máximo provecho o simplemente nos detiene el qué dirán. Cuando cada día vivido va flotando entre las nubes sin saber el ahora ni el porqué, y al darnos cuenta no sabemos en que perdimos los días.
Un momento, una oportunidad se pierde por pensar demasiado y por miedo nunca decidimos. Hasta que el arrepentimiento llega y nos recuerda que no somos eternos.
Cuantas personas buenas derrochamos por seguir a los que no nos aportan nada solo por pertenecer a un grupo. ¿Y qué me dicen de los buenos deseos? Esas acciones que caen en un barril sin fondo donde los recuerdos no los alcanzan y tu espíritu se agota.
El amor no correspondido, no es solo el que no te besa ni te acaricia, es desperdicio cuando la seguridad de tenerte cerca hace que olvides la importancia de esa persona. Porque una caricia puede darse sin amor envuelto.
Desperdicio no es basura, es perder lo mas preciado en la vida y no poderlo recuperar, el tiempo.